¿Pensabas que Ratatouille era solamente el nombre de la tan conocida película de la rata cocinera?
Realmente ese nombre viene de un guiso de verduras originario de la región de Provenza, en el sureste de Francia. Este plato se ha convertido en un símbolo de la cocina provenzal, conocido mundialmente por su combinación de sabores frescos y su colorida presentación. Además de ser una receta deliciosa y saludable, el ratatouille encarna la esencia de la cocina de aprovechamiento, utilizando verduras que tradicionalmente están disponibles durante el verano en la región mediterránea.
Origen del Ratatouille
La palabra "ratatouille" proviene del verbo francés "touiller", que significa mezclar o revolver. Aunque las raíces exactas de la receta son difíciles de rastrear, se sabe que el plato se originó como una comida humilde preparada por los campesinos, quienes cocinaban las verduras frescas de la temporada. Con el tiempo, el ratatouille se ha refinado y ha encontrado su lugar en la alta cocina francesa, celebrado por chefs y gourmets por igual.
Ingredientes
- 1 berenjena grande, cortada en cubos
- 2 calabacines, cortados en cubos
- 1 pimiento rojo, cortado en cubos
- 1 pimiento amarillo, cortado en cubos
- 2 tomates grandes, pelados y picados
- 1 cebolla grande, picada
- 2 dientes de ajo, picados
- 1 ramo de hierbas frescas (tomillo, orégano, albahaca)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
Preparación
- Preparar las verduras: Comienza preparando todas tus verduras. La clave del ratatouille es cortar las verduras en piezas de aproximadamente el mismo tamaño para asegurar una cocción uniforme.
- Sofreír la cebolla y el ajo: En una cacerola grande o una cazuela, calienta una generosa cantidad de aceite de oliva. Añade la cebolla picada y cocina a fuego medio hasta que esté translúcida. Agrega el ajo picado y cocina por un minuto más, hasta que el aroma sea fragante.
- Cocinar las verduras más duras: Añade las berenjenas y los pimientos al sofrito de cebolla y ajo, y cocina durante unos 5 minutos o hasta que comiencen a ablandarse. Es importante salar las verduras en esta etapa para ayudar a extraer la humedad.
- Agregar calabacines y tomates: Incorpora los calabacines y los tomates picados. Las verduras soltarán sus jugos, lo que ayudará a crear una base de salsa para el guiso.
- Hierbas y condimentos: Añade las hierbas frescas atadas en un ramo para que puedas retirarlas fácilmente al final de la cocción. Salpimenta al gusto. Reduce el fuego y deja que el guiso se cocine lentamente, tapado, durante unos 20 a 30 minutos. Revuelve ocasionalmente.
- Cocción final: Destapa y cocina por otros 10 a 15 minutos. Si el líquido es excesivo, puedes dejarlo cocinar un poco más sin tapa para que se reduzca y espese.
- Ajustar sazón y servir: Retira el ramo de hierbas. Ajusta la sazón con más sal y pimienta si es necesario. El ratatouille puede servirse caliente, a temperatura ambiente, o frío, y es aún mejor al día siguiente cuando los sabores han tenido tiempo de integrarse.
Comentarios sobre Sabor y Presentación
El ratatouille es un plato vibrante tanto en sabor como en color. Cada bocado ofrece un gusto suave de verduras que se complementan entre sí, con notas herbáceas y un ligero dulzor natural de los pimientos y cebollas. Es un plato versátil que se puede servir como guarnición, sobre pasta, o incluso como relleno de crepes y omelettes.
La presentación tradicional es rústica, pero para una presentación más elegante, algunas versiones del plato organizan las verduras en rodajas finas, dispuestas artísticamente en un patrón concéntrico.
Esperamos que disfrutéis esta receta tan sencilla traída de la Francia Tradicional y nos contéis en comentarios que opináis, si la habéis hecho o como mejoraríais vosotros la receta.
Y recuerda. ¡Saborea tu cocina!
